La Alameda Central (AC) ha sido por cientos de años una de las áreas verdes urbanas más importantes de le Ciudad de México. Su construcción fue solicitada por el Virrey Don Luis de Velasco en 1592, con el fin de que los habitantes de la ciudad contaran con un sitio de paseo y recreo en la naciente capital de la Nueva España. Este hecho le confiere a la AC el carácter de ser el parque más antiguo de México y del Continente Americano, e incluso se refiere como el primero de carácter público en una ciudad hispana. Por lo húmedo de los suelos se plantó en un principio árboles de las especies Populus alba, P. nigra y Alnus sp., los cuales no se adaptaron adecuadamente y dos años después se plantó Fraxinus uhdei, pues además sus árboles eran más corpulentos y frondosos. Durante las siguientes décadas y siglos cambiaron las condiciones del entorno, creció la ciudad y se aplicaron nuevos conceptos de arboricultura y la introducción de especies diferentes. Durante ese largo lapso se realizaron diversos procedimientos como la elaboración del primer inventario del arbolado en 1730 y trabajos de mejora del sitio. Con la disminución del nivel freático se inició la introducción de especies que requerían menos agua como Schinus molle, Erythrina coralloides y Phoenix canariensis. Se concluye el análisis con la revisión de los trabajos realizados a finales del siglo XIX y principios del XX en el régimen de Porfirio Díaz y la cubierta arbórea en la actualidad.