Las Las higueras de Formentera tienen unas particularidades especiales únicas en el mundo. La presencia de vientos salinos, junto con la baja pluviometría y las técnicas tradicionales de cultivo, conforman un porte y estructura del árbol muy interesante a nivel paisajístico, cultural, patrimonial y etnobotánico. Estos árboles cuentan con una estructura de sustentación a base de pilares y vigas de madera, donde descansa el peso de toda la copa a muy baja altura del suelo. De esta forma, se puede acceder a recoger el fruto sin subir al árbol y ofrece una gran sombra en verano para ganado ovino. Estas higueras aportan un complemento de fruta fresca al propietario, en la cosecha estival y seca o confitada el resto del año, mediante las técnicas tradicionales de conservación. Paisajísticamente, marcan el territorio con su forma y son objetivo fotográfico de los miles de turistas que visitan la isla. Son un icono de la isla y un patrimonio cultural vivo, que por desgracia, se está perdiendo. El Gobierno Regional tiene dos ejemplares dentro catalogados y protegidos, se trata de los ejemplares más conocidos popularmente, aunque hay muchos más que deberían ser inventariados y catalogados para protección y conservación. Me ocupé en 2006 y 2010 de acometer una profunda restauración a las estructuras de madera que aguantan a los ejemplares conocidos como les Figueres de Can Toni Mestre (con 22 m de diámetro de copa y solo 4 m de altura), con una mejora del suelo, junto con acciones puntuales de poda.